Global Nature defiende la implicación del campo para asegurar la conservación
La implicación de todos los sectores profesionales, y en especial de los agricultores y los ganaderos, es «totalmente imprescindible» para asegurar la conservación de los valores naturales y conseguir los objetivos que persigue la red ecológica europea Natura 2000.
Así lo ve Laura García, responsable en Extremadura de la Fundación Global Nature, una entidad privada de ámbito nacional que se creó hace más de veinte años centrada en labores de conservación, protección y ordenación del medio ambiente.
En conversación con la Agencia EFE, Laura García incidió en la necesaria implicación de los sectores profesionales, y señaló que existe una gran cantidad de biodiversidad que depende de prácticas agrícolas y ganaderas.
La propia Fundación Global Nature está involucrada en varias explotaciones agrarias y ganaderas a través de acuerdos de custodia del territorio con los propietarios de terrenos con el fin de conservar la biodiversidad de esos lugares y de impulsar la producción agraria y ganadera sostenible. «Si no conseguimos implicar a los agricultores y a los ganaderos en la conservación de la biodiversidad, todos nuestros maravillosos objetivos de la Red Natura 2000 serían mucho más difíciles de conseguir», manifestó Laura García.
Y para conseguirlo, sugiere que hay que empezar por la concienciación de los profesionales, para que sean conscientes de que en sus explotaciones, en sus fincas, «aunque sean privadas, albergan bienes que son de todos; que tienen un patrimonio natural que es de todos, como si en sus fincas tuvieran unas ruinas romanas».
En lugar de ruinas romanas, muchos de esos titulares de explotaciones agrarias o ganaderas tienen en sus fincas un águila imperial, una cigüeña negra o un hábitat cuya conservación resulta prioritaria para la Unión Europea, observó García. A mitad de camino entre las administraciones (europea, central, autonómica y local) y los titulares de esas explotaciones se encuentran muchas organizaciones o fundaciones que, dijo, pueden desempeñar un papel «fundamental» para ayudar a los agricultores, a los ganaderos o a los profesionales de otros sectores (como el turístico) a poner en valor los recursos naturales que tienen y las potencialidades de los mismos. García trabaja «a pie de obra», en la localidad cacereña de Torrejón el Rubio, en un lugar empotrado en plena red Natura 2000 en el que la Fundación Global Nature gestiona el Centro de Educación Ambiental «La Dehesa».
La responsable en Extremadura de la Fundación Global Nature aseguró estar convencida de las bondades de Natura 2000, pero también de que es necesaria una política de gestión de esa red «muchísimo más participativa que lo tenemos ahora».
Fuente: www.hoy.es