El Plan de Recuperación presentado ayer, 14 de Abril, por el Presidente del Gobierno, incluye un capítulos de Reformas basadas en la Agenda 2030 de Naciones Unidas y en las recomendaciones específicas para España dentro del semestre europeo en 2019 y 2020 y abarca aspectos clave para nuestra economía como el sistema energético, la enseñanza, la demografía empresarial y el mercado laboral.

Entre las principales reformas que contempla el plan, se encuentran:

  1. La modernización y el refuerzo del Sistema Nacional de Salud
  2. Un nuevo sistema energético y despliegue de renovables, con una hoja de ruta del hidrógeno verde
  3. La modernización de la Justicia
  4. La nueva economía de los cuidados
  5. La Ley de Aguas y plan de depuración, saneamiento, eficiencia, ahorro y reutilización
  6. La modernización y digitalización de las Administraciones Públicas
  7. La política de residuos e impulso de economía circular
  8. La estrategia de movilidad sostenible y conectada.
  9. La reforma del sistema nacional de ciencia y apoyo a la innovación
  10. Una nueva política de vivienda

De todas las reformas que se anuncian, queremos destacar la relativa al impulso de la economía circular, ya que es un concepto que se utiliza desde las distintas Administraciones e Instituciones y que ha sido acogido por las grandes empresas como parte de su estrategia y propósito. Sin embargo, las pequeñas y medianas empresas  aún desconocen cómo les afecta el mismo.

El «Informe sobre Economía Circular y Pymes en España» elaborado conjuntamente por la Cámara de Comercio de España y Mapfre,  a pesar de la proliferación de estrategias para incentivar la transición hacia una economía más circular, existen ciertas lagunas en cuanto al conocimiento sobre la situación de España en materia de economía circular y sobre el desempeño de las empresas españolas en cuanto a la gestión de los recursos y el reciclaje.

Más de la mitad de las pymes españolas (54 %) no conoce aún en qué consiste la economía circular, una cifra que varía según el sector de actividad y que mejora a medida que crece el tamaño de la empresa. A pesar de ello, las pequeñas y medianas empresas avanzan de forma progresiva en promover este modelo, basado en la reutilización, reparación y reciclaje.

En este sentido, cada vez es mayor el número de pymes que adopta medidas para reducir la generación de residuos (94,4 %), venden o ceden sus desechos a otras empresas para que los aprovechen (56% %), separan en origen una parte o todos los residuos que generan, sobre todo papel y plásticos, y recurren a gestores privados para desprenderse de los residuos más contaminantes como la chatarra y el aceite.

Estas son algunas del Informe, que también pone de manifiesto que las pymes se caracterizan, cada vez en mayor medida, por utilizar materias primas secundarias (recicladas) en sus procesos productivos (60 %), principalmente papel y cartón (71,3 %). Además, adoptan medidas para reducir el consumo de recursos (80 %), fundamentalmente de electricidad y con el objetivo principal de ahorrar.

Hay varios procesos con claros márgenes de mejora. Muchas pymes siguen sin tener en cuenta diseños ecológicos en sus productos (21,1 %), algo que resulta clave para incrementar la tasa de reciclaje; son muy pocas las que eliminan los plásticos de un solo uso (16,2 %); y la inmensa mayoría no creen que deban tomar medidas para recuperar y reutilizar el agua (88 %), excepto las del sector industrial.

Hostelería, los más comprometidos

La hostelería es claramente el sector en el que las empresas toman más iniciativas para prevenir la producción de residuos y promover el reciclaje, así como el más activo en formar e implicar a sus empleados y exigir a sus proveedores certificados ambientales. El estudio subraya que casi la mitad de las empresas de este sector realiza acciones específicas para separar la materia orgánica del resto de residuos. También es el sector que demuestra mayor compromiso a la hora de eliminar los plásticos de un solo uso (33 %), el que más apuesta por utilizar sistemas de devolución y retorno (20 %), y el que más iniciativas ha tomado para mejorar la eficiencia energética.

Más placas solares

Las microempresas (menos de 10 trabajadores) y los autónomos son los que más contribuyen a la hora de reducir el consumo de recursos, probablemente porque esta reducción se traduce en ahorro económico. Entre las medidas que adoptan con más frecuencia destaca la sustitución de sistemas de iluminación tradicional por otros que suponen una inversión fácil y rápida, como la tecnología LED, en la que invierten 9 de cada 10 pymes (93 %) y que contribuye a reducir el consumo de combustibles fósiles y las emisiones de gases con efecto invernadero. Sin embargo, los expertos en la materia consideran que sería más positiva la inversión en paneles solares que permita la suficiencia energética de la empresa. Esta solución tiene dificultades de implantación relacionadas con la normativa, la seguridad de suministro y el coste de inversión, pero aun así es llamativo cómo un 20 % de los trabajadores autónomos afirma haber instalado paneles solares en sus locales.

Separar residuos como en casa

Las pymes del sector industrial son las que más materiales reciclados utilizan en sus procesos productivos, probablemente porque el aprovechamiento del residuo es un aspecto fundamental de su rentabilidad. Entre las más utilizadas predomina el papel y cartón (71,3 %), seguidos de los plásticos (25,4 %), metales (14,22 %) y maderas (13,8 %). El hábito de separar este tipo de materiales en el hogar facilita que se aborde también en la empresa, un ámbito donde muchas pymes cuentan con contenedores para almacenar este tipo de residuos.

La economía circular, una fuente de empleo

El 2 % del empleo en España está relacionado con la economía circular, por encima de la media europea (1,71 %), lo que coloca a nuestro país en el puesto número 7 del ranking UE-28. El informe plantea tres escenarios de creación de empleo en España relacionados con un desarrollo importante de la economía circular. El más optimista, que debe suponer un aumento significativo del reciclaje, progreso moderado en reparación y reutilización y avance sustancial en re-manufactura, puede suponer generar 160.000 empleos dedicados a esta actividad. Con estos avances, España ocuparía el quinto lugar en el ranking europeo.

Luces y sombras en economía circular

Según el estudio, España se encuentra, junto a Alemania, en las mejores posiciones del ranking UE-15 por el esfuerzo realizado en innovación en materia de residuos, reflejo de la importancia de la I+D+i tanto pública como privada. Destaca, además, el “comportamiento excelente” que muestra en generación de residuos urbanos per cápita, ya que entre los países de la UE-15 solo ofrecen tasas mejores Bélgica, Suecia y el Reino Unido.

Por el contrario, España se sitúa en la posición 12ª de la UE-15 en gestión de residuos según los indicadores seleccionados para evaluar el desempeño de los países en recuperación y reciclaje de residuos. En cuanto a la utilización de materias primas secundarias, que proceden de residuos ya reconvertidos, España ocupa una “posición media-baja” dentro de la UE-15, con una tasa del 10,2 % de circularidad.

Retos: menos residuos y más reciclaje

La gestión de residuos, su recogida, transporte, selección y reciclaje, es una pieza clave para contribuir a la reducción de emisiones. La situación de partida de España para resolver estos problemas presenta un largo camino por recorrer. El informe señala que es necesario que las empresas “circularicen” más tipos y más cantidad de residuos para avanzar en la recuperación, es decir en alargar el ciclo de vida de los productos. En 2018 se produjeron en España 37,84 millones de toneladas de residuos mezclados, la mitad de ellos procedentes de actividades industriales. La proporción de residuos mezclados/residuos separados es de 81 %/19 %, un gap que debe tender a estrecharse en los próximos años.